Conocemos de memoria las maniobras judiciales que promueve el MAS cuando
le conviene deshacerse de algún adversario. Si quiere liquidarlo no lo apalea
en su cama ni lo balea en la calle, simplemente lo enjuicia. Para eso el MAS
tiene todo el “fiscalato” en sus manos, es decir que maneja a su gusto a los
fiscales y a los jueces, porque les cobra el favor de haberlos designado a
dedo, burlándose del pueblo a través de una farsa electoral.
Ahora que faltan escasos nueve días para las elecciones para
gobernaciones y alcaldías, el MAS ha visto que no recibirá ni la mitad de los
votos de las últimas elecciones y ha recurrido al Gobierno para que este dé la
orden a sus magistrados de invalidar, mediante procesos judiciales, las
candidaturas de quienes van a derrotar a los aspirantes masistas. Ese es un
atentado inaceptable contra la democracia, pero es la práctica que incentivó
Evo Morales a lo largo de 14 años y que le dio magníficos resultados inhabilitando
y encarcelando a sus enemigos.
Hoy mismo, como Morales ve que está perdida la gobernación de Santa
Cruz, porque Luis Fernando Camacho le lleva una inalcanzable ventaja al masista
Mario Cronembold, lo han notificado para que declare en calidad de testigo en
un proceso judicial que ha sido armado intencionalmente. Asimismo, hace un par
de días han notificado para declarar, al candidato a alcalde por Cochabamba,
Manfred Reyes Villa, seguro ganador en las elecciones del próximo 7 de marzo,
por un incierto tema de dinero. Y quieren intentar inhabilitar mediante el
“fiscalato”, es decir fiscales venales, a la segura vencedora de la alcaldía de
El Alto, Eva Copa. Algo similar sucede con la candidata a la gobernación del
Beni, la expresidente Jeanine Áñez. Y están haciendo lo mismo con quien
encabeza la intención de voto para la alcaldía de La Paz, “Negro” Arias, y con
Santos Quispe (hijo del Mallku) que está logrando hacer peligrar al masista
Franklin Flores, para la gobernación paceña.
Esto no lo va a aguantar el país, porque ya se sabe que en Bolivia,
desde que se cometieron los crímenes en el Hotel Las Américas, una citación a
declarar significa una detención “preventiva” y esa detención puede durar un
mes como un año o varios. Pero, al parecer, el Gobierno se ha visto presionado
por el masismo duro (Morales y sus excolaboradores) para movilizar su
maquinaria judicial y triturar a los candidatos opositores que tienen chances
reales de ganar. Este es un atentado nauseabundo contra la democracia y trata
de convertir en una burla, que la población no puede admitir, las justas del 7
de marzo venidero.
Realizar este tipo de acciones deshonestas en contra de todos los
candidatos adversarios con posibilidades es el reconocimiento antelado de una
derrota determinante, o, tal vez, el propósito de desordenar a tal extremo el
panorama político por las protestas que se van a presentar, que los comicios se
posterguen. Una postergación podría darle al MAS el respiro necesario para
rearmar con trampas su desesperada situación.
El autor es escritor.
No hay comentarios.: