Este trabajo se lleva adelante a la cabeza del programa Conservación y Desarrollo de la Fauna (Codefauna), institución que ha sumado más personal técnico, para lograr mayor control en los vehículos y camiones, evitando que “salga pescado de Villa Montes”, como lo había indicado en días anteriores el ejecutivo de desarrollo. Los puestos de control se instalaron en las zonas de La Central, Palmar Grande y próximamente en Camatindi, zonas estratégicas, evitando la comercialización ilegal de pescado y haciendo respetar la veda.
Ives Flores, director de Gobernabilidad del G.A.R.G.CH.-V.M, señaló: “Se ha procedido al decomiso de 500 sábalos, los cuales se entregaron al Comando de Policía (carceletas), a la Tercera División del Ejército y también a los asentamientos de algunas zonas alejadas, para entregar a las familias necesitadas, previamente a la firma de un acta de entrega”.
De esa manera, se procedió no solo al control y detención de los vehículos que están infringiendo las normas de veda en el río Pilcomayo, sino también, se está beneficiando a las familias necesitadas, personal policial y militar con este producto.
Existen tres zonas de pesca: El margen derecho (de Capitán Ustárez hasta Resistencia), El Margen Izquierdo (desde el ferrocarril hasta Esmeralda), y La zona de El Angosto, en las cuales, la pesca está permitida solo para la subsistencia de las familias Weenhayek, que estarían con permiso de realizar la pesca para su subsistencia, para todos los demás, está prohibida por la normativa de que aún no se ha suspendido la veda, y también precautelando la salud de la población en general, respetando la cuarentena.
“El trabajo de control continuará de manera intensa, hasta que la veda se suspenda, por tanto, pedimos a las personas que están queriendo comercializar este producto de manera ilegal, se atengan a las consecuencias establecidas por la norma, que son la detención del vehículo y el decomiso de este producto”, señaló Flores.
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