Argentina, que lleva en recesión desde abril de 2018, cerró 2019 con una inflación del 53,8 % y el Gobierno busca reestructurar su abultada deuda externa para hacer frente a la crisis.
El Gobierno argentino destacó este lunes que la misión enviada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) a Argentina para estudiar una posible reestructuración de la deuda mostró “receptividad” ante sus planes contra la inflación.
El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, hizo hincapié en una rueda de prensa en Buenos Aires en que el Gobierno le había trasladado a los representantes del Fondo que el problema de la inflación del país no podía ser tratado como un tema exclusivamente monetario, sino como un problema con características “multicausales”.
Argentina, que lleva en recesión desde abril de 2018, cerró 2019 con una inflación del 53,8 % y el Gobierno busca reestructurar su abultada deuda externa para hacer frente a la crisis.
En ese sentido, el ministro explicó que la idea del Gobierno pasa por llevar a cabo una política de “concertación” con los distintos sectores del país como “empresarios y sindicatos” para generar mecanismos de aumentos salariales reales.
Además, el economista destacó que otro de los temas tratados fue el futuro de las tarifas del gas y la electricidad en Argentina, ahora congeladas.
En respuesta, Kulfas aseguró que le mostró al organismo la visión del Gobierno de que se trata de un periodo de emergencia y que hay que generar un “mecanismo de revisión tarifario”, que permita actualizar las tarifas y reducir donde sea posible los costos del sistema eléctrico que permita “generar tarifas razonables y accesibles también en donde haya menores ingresos”.
No obstante, entre estas medidas, no se encuentra “un congelamiento permanente ni mucho menos, ni mantener este congelamiento parcial por mucho tiempo”, aclaró.
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