La presidenta de Bolivia se reunió con sus ministros en este municipio de Cochabamba. En la reunión se determinaron acciones a corto y largo plazo para hacerle frente a la emergencia que ha dejado a 340 personas viviendo en albergues
Situado a 10 kilómetros de la ciudad de Cochabamba, el municipio de Tiquipaya se enfrenta este miércoles a su quito día de emergencia luego de que el viernes, a las 18:30 y tras el desborde del río Taquiña, una mazamorra arrastrara todo lo que encontró a su paso y dejara piedras, rocas, escombros y lodo que ahora un contingente de militares, policías, voluntarios y vecinos se empeñan en retirar.
Hasta esta localidad de la Llajta, la mañana de este martes, se trasladó la presidenta Jeanine Áñez para visitar nuevamente las zonas afectadas y luego, instalar una reunión con sus ministros en el salón de eventos Portales.
A las 13:30 y tras tres de diálogo, la presidenta de Bolivia informó al país sobre las conclusiones del acuerdo. Destacó que no se permitirán nuevos asentamientos ilegales o loteamientos en las riberas del río Taquiña que -según dijo- son una de las causas para la emergencia que ahora se vive.
Más de 300 personas han tenido que abandonar sus hogares e instalarse en albergues temporales porque la riada y la mazamorra acabaron con todo lo que encontraron a su paso. “No se van a permitir más asentamientos ilegales”, reiteró la mandataria.
“Pedimos a todos los ciudadanos y a las autoridades locales que no se permitan los asentamientos ilegales. Ordenaremos que se reubiquen a todas las familias; trabajaremos en la reforestación inmediatamente”, sostuvo en una parte de su informe.
También dijo que en la reunión se acordó el relevamiento y construcción de obras civiles en Tiquipaya, así como la constitución inmediata de la Autoridad Departamental de Cuencas para que gestione el trabajo de reencauzamiento de la cuenca del río Taquiña, y la de otros afluentes de Cochabamba.
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