De acuerdo a lo señalado por la responsable de la Unidad de Género, Luz Marina Condarco, una amplia mayoría de las beneficiarias del programa, alcanzaron un nivel de especialización en diferentes rubros, de forma que lograron establecer su propio negocio llegando a ocupar importantes espacios en el mercado local y regional; otras, alcanzando inclusive a conquistar parte de otros departamentos.
De ese modo, entre los principales logros del programa está el haber formado emprendedoras que establecieron su mercado en las diferentes ferias; otras que lograron contactos con firmas del interior del país, para enviar periódicamente sus productos textiles, como prendas de vestir y tejidos que son comercializados por la amplia demanda en varias capitales y ciudades intermedias del norte boliviano.
Por otro lado, también algunas de las mujeres se destacaron durante el periodo de capacitación, alcanzando un nivel muy óptimo de conocimientos, ahora forman parte del plantel de facilitadoras y capacitadoras que capacitan a otras mujeres de barrios y comunidades. Con todo, de acuerdo a Condarco, esta es una forma efectiva de luchar contra la violencia económica y promover la igualdad.
El programa fue implementado en coordinación con las organizaciones sociales como: la Central de Mujeres Campesinas, Indígenas, Originarias “Bartolina Sisa”; la Federación de Mujeres Campesinas Productoras “Bartolina Sisa”; la Federación de Mujeres Organizadas de los Barrios, La Central de Mujeres Campesinas, Asociaciones de Mujeres, Iglesias Evangélicas, Mercados y otras entidades.
Mediante estas actividades, la Unidad de Género trabaja para fortalecer las capacidades y los conocimientos de las emprendedoras. El propósito es generar alternativas de empleo, incrementar sus ingresos y mejorar la calidad de vida de sus familias, esto a través de una capacitación técnica que tiene impacto social y coadyuva a la prevención de la violencia económica en los hogares chaqueños.
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