Fueron recaudados dinero en efectivo una suma que sobrepasa los 4 mil bolivianos, pero también alcanzaron a llenar un camión de carga con una gran cantidad de artículos y productos que fueron clasificados en unas cincuenta variedades. En horas de la noche, el conteo, organización y embalaje de los productos continuaba con la presencia de diferentes instituciones que se sumaron al esfuerzo.
Agua embotellada, herramientas para sofocar los focos de calor; conservas, abarrotes y otros alimentos no perecederos forman parte de la ayuda que enviará la región hacia el oriente boliviano. Frente a esta situación, el gobernado regional, José Quecaña, convocó a la población a ser parte de una campaña de esperanza para contribuir a mitigar y reducir los riesgos para la población afectada.
“No podíamos quedar indiferentes frente a este desastre natural que ha llegado a consumir gran parte de los bosques en la Chiquitanía, pero también ha dejado a gran parte de la población sin vivienda, sin ropa y sin alimentos; pero también con algunas afectaciones a la salud; por lo que también hemos solicitado aportes con medicamentos”, señaló el director de Medio Ambiente y Agua, Juan Alvarado.
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